Juegos Montessori para los niños en verano: Cofre del tesoro

El cofre del tesoro puede ser uno de los mejores juegos Montessori para que los niños pequeños se diviertan y a su vez, aprendan durante este periodo de vacaciones de verano. Por ello os explicamos cómo les puede beneficiar este juego, y cómo hacerlo a partir de materiales que tengamos en casa.

Juegos Montessori para los niños en verano: Cofre del tesoro

No concebido directamente por Maria Montessori , sin embargo, es promovido con gran éxito e incluido en la educación Montessori. Consiste en una exploración para el niño, un viaje de descubrimiento de tesoros que permiten un primer comienzo del desarrollo de los 5 sentidos.

Fue Elinor Goldschmied, una psicopedagoga británica, quien creó el famoso cofre del tesoro, que se practica en muchas guarderías y jardines de infancia de todo el mundo y que también se puede introducir fácilmente en nuestros hogares. Su filosofía, como la del método Montessori , coloca al niño en primer plano como una persona que necesita capacitación, no como un ser que solo necesita atención y preocupación. Ya desde los primeros meses es posible desarrollar sus habilidades a través de las relaciones humanas y diversos materiales estimulantes.

El cofre del tesoro, creado por Goldschmied, se introdujo de inmediato en el método Montessori . Todos los objetos comunes que contiene han sido estudiados y elegidos para estimular los sentidos de los cinco niños, desde una edad muy temprana.

Cofre del tesoro: ¿cuándo se puede ofrecer al niño?

Para poder ofrecer el cofre del tesoro a tu hijo, será necesario esperar hasta que pueda sentarse solo sin el apoyo de sus manos. Por lo general, esto ocurre alrededor de los 6 meses y el bebé ya es perfectamente capaz de manejar objetos. En este período, el niño es particularmente curioso y explora cuidadosamente el mundo que le rodea. Comienza a agarrar los objetos, a llevárselos a la boca para estudiarlos. Comienza a observar y asimilar todos los estímulos que el ambiente tiene para ofrecerle.

El cofre del tesoro le da la oportunidad de explorar y descubrir muchos objetos, nuevos y misteriosos para él, que además le ayudarán a desarrollar sus sentidos .

El desarrollo de los cinco sentidos con el cofre del tesoro

El cofre del tesoro ofrece la posibilidad al niño de entrar en un espacio bien definido y misterioso que le permite descubrir todos los objetos comunes e igualmente misteriosos en su interior. Precisamente por esta razón, es importante no poner juguetes dentro de la canasta, sino solo objetos de uso común para nosotros, los adultos.

Estos objetos le permitirán experimentar desarrollando los cinco sentidos:

• tacto : con objetos que difieren en forma, peso y consistencia
• vista : a través de diferentes colores, tamaños, brillos
• sabor : de una manera muy reducida pero posibles de insertar
• olor : a través de diferentes olores
• audición : con objetos que hacen ruidos.
  movimiento: tomar objetos, estudiarlos y explorarlos siempre requiere movimiento

Chupando los objetos, girándolos entre las pequeñas manos, poniéndolos en la boca, el bebé hará descubrimientos sobre el tamaño, el peso, el ruido y el olor. El tacto y el gusto son las dos formas que se desarrollarán aún más. Esto se debe a que son los dos sentidos que el niño usará más: tocar objetos y llevárselos a la boca serán sus actividades principales.

Los objetos que se insertarán en el cofre del tesoro

Para hacer el cofre del tesoro, vamos a necesitar un cesto o una caja de plástico. En el caso de que sea un cesto, será bueno que sea de mimbre, con un fondo plano y sin asas para que tu hijo pueda mirar cómodamente dentro.

Siempre tenemos que recordar que es importante elegir e insertar objetos comunes también para el uso diario para nosotros. Por lo tanto, no se debe insertar ningún tipo de juguete.

Estos materiales se pueden dividir por naturaleza , material , forma y tamaño. Aquí hay algunos ejemplos divididos por tipo de material:

• Objetos naturales: conchas, corchos, piñas, una esponja natural, plumas, una piedra pómez, un limón.
• Objetos hechos de materiales naturales: una bola de lana, una brocha de afeitar o maquillaje o para pintar, un cepillo de dientes
• Objetos de metal: una cuchara, un manojo de llaves, moldes para pasteles, el timbre de una bicicleta, la tapa de una olla o pequeñas latas de comida.
• Objetos de madera: cuchara de cocina, una caja, varios sonajeros, pinzas para tender la ropa, un gran anillo de cortina, cajas pequeñas
• Artículos de cuero: una pequeña bolsa o bolso
• Objetos textiles: una muñeca, bolsas de tela con lavanda, tomillo u otras plantas o flores secas.
• Objetos de goma : el tapón de la bañera, bolas de diferentes formas.
• Objetos de papel: un rollo de papel de cocina o papel higiénico.

Obviamente debe ser un cofre bien surtido y sobre todo variado. Los materiales, por lo tanto, deben reemplazarse con el tiempo para que siempre sea interesante para los ojos del niño. Simplemente selecciona dos o tres elementos por categoría y alterna ocasionalmente con otros nuevos.